domingo, febrero 22, 2009

Ceremonia entre secretos

Redacción
Excélsior

Parece casi increíble para la chismosa Hollywood: nunca hubo tantos misterios acerca de la gala de los Oscar como este año. Hasta el último minuto sus organizadores siguen sin revelar la receta para el espectáculo que comenzará hoy por la noche y que seguirán millones de personas por la televisión.

El presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, Sid Ganis, dijo que los espectadores deben esperar lo inesperado. “Al fin y al cabo va a ser un show, pero podremos estar muy orgullosos de él.”

La Academia de los Oscar, que entregará el codiciado premio este año por 81ª. ocasión, encargó a un nuevo equipo creativo renovar su ya un poco antigua ceremonia. El productor Laurence Mark y el director Bill Condon, que cosecharon éxitos en 2007 con Dreamgirls, son los encargados de producir el show.

Por primera vez en la historia del Oscar, aún no se sabe quién entregará los codiciados premios en la gala estelar en el teatro Kodak en Hollywood. A los anunciadores de los premios incluso se les pidió no caminar por la célebre alfombra roja para no arruinar el misterio. Ni siquiera el canal que emite la entrega, ABC, sabe al parecer quién abrirá los sobres sellados con los nombres de los ganadores.

Uno de los motivos de estos nuevos aires es que los jurados del Oscar quieren ganar más espectadores. El año pasado, las cifras de los televidentes cayeron a un piso histórico de 32 millones de espectadores, una pérdida dramática en comparación con los más de 55 millones que vieron el show en 1998 cuando fue el año de Titanic.

Según una encuesta, 81% de los espectadores estadunidenses creen que los responsables del Oscar perdieron relación con el gusto del público.

“La Academia quiere cambios. Y espero que podamos brindar algo de eso”, dijo Condon misteriosamente al diario Los Angeles Times. Por ahora sólo se reveló que el actor australiano Hugh Jackman, de 40 años, nombrado el año pasado el “hombre vivo más sexy” por la revista People, conducirá el show.

El actor, famoso por la trilogía de X- Men y protagonista de Australia, el más reciente filme de Baz Luhrmann, es gracias a su elegancia y su sensibilidad para el timing ideal para el papel de anfitrión, informó el duo de Mark & Condon.

Desde ayer, en Hollywood Boulevard y Highland se respiraba ya cierto aire de fiesta. Una alfombra roja protegida por un enorme plástico, luces a medio instalar, miles de cámaras a la caza del ángulo perfecto y ríos de turistas intentando capturar con sus flashes el perfil de la estatuilla dorada.

Todos quieren llevarse de recuerdo la imagen con el afamado Oscar. Posan en las escalinatas que conducen a la entrada del teatro Kodak. Personas de todos los perfiles raciales recorren los pasillos del centro comercial H&H Center —donde está incrustado el teatro— con el fin de olfatear las celebridades ausentes. A pesar de la oleada de transeúntes y el paréntesis de los Oscar, los locales comerciales no han logrado sacudirse de encima el fantasma de la recesión.

“El negocio está igual. Hay más gente, pero son turistas y no vienen a comprar, sino a pasear y a tomar fotos. Las ventas siguen igual: lentas”, aseguró Tatiana Baharian, dependienta de la tienda de zapatos Nine West, justo en la trayectoria de entrada hacia el teatro Kodak.

Las estatuillas laterales, aún sin destapar, delimitan el camino a seguir.

Aún no llegan las estrellas, pero la alfombra roja ya está atestada de policías, equipos de seguridad, técnicos de luces y sonido, camarógrafos y productores y asistentes de producción que trabajan bajo estrictas órdenes.

Ronald Barnes, un camarógrafo que lleva cuatro años cubriendo esta gala, cuenta que tendrá que trabajar diez horas para un segmento de media hora en la televisión. Este joven afroamericano, con trenzas a lo Bob Marley, está muy familiarizado con las caras de Hollywood.

“Sé que estoy en una posición importante. Todos los famosos pasarán por aquí”, indica señalando el podio que tiene a dos metros de distancia. Barnes espera ver subir allí a sus estrellas favoritas: Samuel L. Jackson, Salma Hayek y John Travolta.

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