sábado, junio 20, 2009

Descubrimientos - Georges Franju

Eduardo Lucatero
lucatero@rollodepelicula.com


Cuando se habla da la nueva ola francesa, de inmediato vienen a la mente nombres como François Truffaut, Jean-Luc Godard y Claude Chabrol. Sus películas son referencia inmediata del movimiento de anticonformistas críticos convertidos en cineastas, fundadores de la revista Cahiers du Cinéma y responsables del redescubrimiento de cineastas como Hitchcock y Howard Hawks. Una figura fundamental, aunque más discreta en éste movimiento fue Georges Franju.

Durante la ocupación Nazi en Francia, no había muchas distracciones. El toque de queda, la escasez de combustible y los apagones forzaban a la gente a quedarse en casa o en ocasiones, irse a meter a un cine. Aunque no había mucha variedad (las cintas tenían que ser aprobadas por los censores alemanes, por lo que la exhibición se limitaba a musicales alemanes, en su mayoría pálidos refritos de las grandes películas de Hollywood de antes de la guerra), se formó una generación de jóvenes acostumbrados a asistir al cine regularmente, acostumbrados también a discutir a fondo la cinta vista, por lo que pronto comenzaron a surgir cineclubes.

Con la liberación del país, finalmente se tuvo acceso a todas las películas del resto del mundo que habían estado prohibidas durante la guerra, en su mayoría norteamericanas. (Al terminar la guerra, Estados Unidos acordó perdonar casi la mitad de la deuda de Francia, y una de las condiciones era que los cines exhibieran en su totalidad, salvo una semana al mes, cintas norteamericanas.)

Henri Langlois y Georges Franju fundaron, en esos días, la Cinemateca Francesa, que terminaría por convertirse en referencia obligada y punto de reunión de un grupo de jóvenes con nombres como Jacques Rivette, Alain Resnais y el propio Truffaut, regular de la Cinemateca a los 16 años, quienes pronto empezaron a realizar cortometrajes.

La Sangre de las Bestias (La Sang des bêtes) fue el primer cortometraje profesional de Franju. Si bien cintas como Fast Food Nation, Food Inc. o Super Size Me han explorado en mayor o menor medida el tema, La sangre de las bestias continúa siendo la mejor cinta sobre un rastro.



Franju desarrolló un estilo similar en sus demás cortos, particularmente en Hotel des Invalides, donde en lugar de rastro, el director propone un paseo por el museo del ejército titular, haciendo conexiones entre lo absurdo de la guerra y los objetos celosamente guardados en el museo.

Desafortunadamente, el resto de la obra de Franju es bastante inaccesible. Su primer largometraje, La Tête contre le mur se ha exhibido en algunas retrospectivas, pero no se encuentra disponible en video, al igual que el resto de sus obras. Su única obra ampliamente disponible es la estupenda Les yeux sans visage.



Ojos sin rostro es una delirante cinta de terror que no ha envejecido. La historia de un científico obsesionado con trasplantarle un rostro a su deformada hija consigue mezclar los elementos clásicos del cine de terror con una extraña poesía, además de ser al mismo tiempo entretenida y perturbadora.