jueves, diciembre 31, 2009

Lo mejor del 2009

Eduardo Lucatero
lucatero@rollodepelicula.com

1. Kinodontas / Dogtooth (Canino) de Yorgos Lanthimos



La película más original del año, Kynodontas, podría describirse vagamente como El castillo de la pureza dirigida por Michael Haneke. En su estupenda cinta de 1973, Arturo Ripstein narraba la historia (basada en un artículo de nota roja) de un hombre que decide alejar a su familia de las tentaciones terrenales y la mala influencia de la vida moderna sobre el maleable espíritu de sus tres hijos, llamados Porvenir, Utopía y Voluntad, encerrándolos en su casa y cortando todo contacto con el exterior. La historia de Kynodontas tiene ciertas similitudes; un hombre mantiene a su familia encerrada en una aislada casa de campo y ha mantenido a sus tres hijos completamente alejados del resto de la sociedad. La televisión sirve únicamente para ver los extraños videos familiares que los jóvenes graban de vez en cuando, el teléfono se encuentra escondido en una caja fuerte en la recámara principal y sólo la madre sabe que existe. Pero al contrario de la cinta de Ripstein, los jóvenes protagonistas no tienen idea de lo que existe fuera de su casa (y con ello, conceptos básicos como el origen de los alimentos que consumen o la verdadera utilidad de los aviones que cruzan el cielo de vez en cuando). La llegada de una mujer contratada por el padre para “ayudar” al hijo varón termina por romper el delicado equilibrio de las relaciones familiares y termina por desencadenar la tensión sexual y sobre todo, la violencia.

2. Inglorious Basterds de Quentin Tarantino

La sorpresa mayor de ésta película es la complejidad con la que el señor Tarantino maneja un tema reservado a los dramas “de prestigio”, alejándose del maniqueísmo y los lugares comunes con los que Hollywood trata la persecución de judíos durante la segunda guerra mundial, incluyendo La Lista de Schindler o incluso The Reader (para empezar, los nazis hablan alemán, en lugar del habitual inglés internacional con acento británico). Increíblemente sofisticada (mucho más que los fans habituales del director), entretenida y sobre todo extrañamente honesta, Inglorious Basterds tiene un mensaje extraño pero entrañable: el cine es capaz de salvar vidas.



3. The Red Chapel (La capilla roja) de Mads Brügger



Es bien sabido que al régimen de Corea del norte no le gusta ser expuesto como enemigo de los derechos humanos o la libertad de expersión y que varios directores han intentado sin éxito hacer un documental sobre las verdaderas condiciones de vida en tal país. El danés Mads Brügger tuvo una idea; fingir que su documental se trataba de otra cosa.

Con ayuda de dos cómicos daneses de origen coreano (uno de ellos con una discapacidad nunca especificada claramente), Brugger solicitó al gobierno norcoreano permiso para seguir a la inexistente compañía teatral La Capilla Roja mientras montaban su espectáculo en Pyong Yang como gesto de buena voluntad e intercambio cultural. Increiblemente, el gobierno aceptó, aunque de inmediato comienza a ser evidente que sus conceptos de “intercambio cultural” no son nada parecidos a los que tienen los daneses.



4. Un prophète (Un profeta) de Jacques Audiard



5. Fish Tank de Andrea Arnold

Ya se ha hablado en éste espacio de ambas cintas, que han sido también incluídas en la mayoría de las listas europeas de lo mejor del año.

6. Ágora de Alejandro Amenábar

El diccionario de filosofía occidental le dedica apenas un párrafo a Hypatia de Alejandría (principalmente a los gráficos detalles de su muerte). Alejandro Amenábar le dedica en cambio una película completa, para hablar de temas difícilmente más actuales. Ambiciosa, inteligente y provocadora, es la mejor película del director de Abre los ojos y Mar Adentro.

7. Humpday de Lynn Shelton

El cine independiente gringo juega frecuentemente con la premisa de que en el fondo, todo mundo es un poco gay si se da la oportunidad, lo que frecuentemente termina en desenlaces nada realistas que retratan más las fantasías de sus realizadores que historias coherentes. Por ello es tan refrescante ver una película como Humpday, que le da un giro interesante al género. Divertida y notablemente interpretada, nos recuerda de los días en que los términos indie o Sundance significaban algo.



8. Star Trek de J. J. Abrams

Hay algo extraño en haber disfrutado un poco más Star Trek que El listón blanco, Katalyn Varga o Mal día para pescar, pero creo que eso es justamente la magia del cine. Además, después de varios años evitando todo lo relacionado con los trekkies (y siendo poco amistoso hacia ellos). Una agradable sorpresa.



9. Vincere de Marco Bellochio

Benito Mussolini nunca ha parecido más humano o más seductor que en esta lección de historia mezclada con melodrama, filmada con maestría y brío.



10. Up in the air de Jason Reitman

Mucho se va a escribir sobre la nueva película del director de la interesante Thank you for Smoking y de la sobrevalorada Juno. Si comienza a ganar premios, la reacción normal será echarle tierra y subrayar sus fallas o elevarla a categoría de clásico instantáneo. Más allá de las posibles reacciones, Up in the Air es una fotografía perfecta de lo ocurrido en el último par de años y por lo tanto vale la pena. Si resiste o no el paso del tiempo, eso se verá más tarde.