martes, febrero 03, 2009

Descubrimientos: Maya Deren

Eduardo Lucatero
lucatero@rollodepelicula.com

Durante los años cuarenta la ciudad de Los Ángeles vivía un extraño renacimiento. Intelectuales europeos que huían de la guerra (o del frío) se habían establecido previamente en una idílica ciudad que mezclaba el glamour del viejo mundo con la modernidad del nuevo: amplios bulevares con palmeras y villas de influencia mexicana con enormes piscinas, recuerdos del viejo oeste y sobre todo Hollywood. El mismo Luis Buñuel menciona que Los Ángeles le parecía el lugar más bello del mundo.

Maya Deren es un buen ejemplo de dichos inmigrantes. Nacida en Kiev, Deren llegó a los Estados Unidos a los cinco años, y creció en ambiente que estimulaba su curiosidad. Después de estudios de periodismo y literatura se interesó por la danza, y durante una gira en Los Ángeles, se enamoró de la ciudad y de un cinematógrafo de nombre Alexander Hammid. Deren comenzó a interesarse en el cine y en 1943 compró una cámara Bolex. Con la ayuda de su marido, comenzó a rodar su primer cortometraje, el cual terminaría por convertirse en una de las cintas de mayor influencia en el cine norteamericano: Meshes of the Afternoon.



Meshes of the Afternoon (que podría traducirse como Las hebras de la tarde), es un delirante ejercicio de la imaginación, y una de las raras películas en las que el estado del “sueño” es retratado de forma verosímil. La historia es, ciertamente, un tanto elemental (cada año, cientos de estudiantes de cine realizan variaciones de la misma), aunque es difícil imaginar las reacciones de las personas que vieron la cinta en su momento, sobre todo la primera versión, sin música.



At Land (En tierra), fue realizado al año siguiente. Maya Deren continúa su exploración del espacio cinematográfico, las relaciones entre realidad, cine y sueño. Deren logra imágenes de gran fuerza y con varias posibilidades de lectura.

Los siguientes trabajos terminados de Deren se enfocaron en la danza, y entre los proyectos que no concluyó (pero de los que existen imágenes disponibles) se encuentran un corto codirigido con Marcel Duchamp y un fascinante documental sobre el vudú en Haití, lugar donde Maya Deren pasó largas temporadas estudiando brujería. Deren murió de una hemorragia cerebral a los 44 años.

Sus cortos tienen aún la misma fuerza que cuando fueron realizados, nuevas generaciones los descubren y varios cineastas son influenciados por ellos (entre ellos David Lynch, particularmente en Lost Highway y Mulholland Dr.).



Maya Deren, Experimental Films. Disponibles en www.mysticfire.com