sábado, septiembre 18, 2010

Descubrimientos: Edgar Wright

Eduardo Lucatero
lucatero@rollodepelicula.com



Tradicionalmente la comedia se ha visto con cierto desprecio en el mundo del cine. Rara vez se programan comedias en festivales importantes, más raro aún es que reciban premios. Y sin embargo, ciertos directores han demostrado el mismo rigor, originalidad y coherencia en sus comedias que sus más galardonados colegas; ojalá algún día se les vea con el mismo respeto.

Uno de esos directores, que en poco tiempo ha logrado una interesantísima carrera es el británico Edgar Wright, quien nunca asistió a una escuela de cine y comenzó haciendo películas caseras a los ocho años. Al terminar la preparatoria, Wright realizó un largometraje amateur titulado A Fistful of Fingers (Un puñado de dedos), una película de muy bajo presupuesto que no encontró distribuidor, pero llamó la atención lo suficiente para que le ofrecieran trabajo en televisión, dirigiendo algunos sketches de una serie llamada Asylum, en la que varios cómicos interpretaban a los pacientes de un hospital psiquiátrico.

La serie no tuvo demasiado éxito, pero en 1999 dos de los protagonistas decidieron iniciar un nuevo proyecto, invitaron a Wright a realizarlo, lo que terminó en una exitosa serie, Spaced.

http://www.youtube.com/watch?v=7sqSQ5Vu8vM

Escrita por sus protagonistas, Simon Pegg y Jessica Stevenson, Spaced tenía una simple premisa; un aspirante a dibujante de comics y una joven con intenciones de convertirse en escritora se conocen buscando el departamento ideal, el cual encuentran pero se encuentra disponible sólo para una pareja, por lo que deben fingir que han estado juntos durante algunos años (a pesar de haberse conocido una semana antes). Si bien la serie se nota un poco pasada de moda, fue muy avanzada para su momento, utilizando para la pantalla chica arriesgado lenguaje cinematográfico, originales emplazamientos y técnicas de edición usadas en videoclip y comerciales (lo cual en la época era inconcebible). Sobre todo, Spaced permitió a Wright armar un equipo que lo ha acompañado en todas sus películas. Spaced duró dos temporadas y fue todo un éxito, por lo que eran elevadas las expectativas para su primer largometraje Shaun of the Dead.



Pegg interpreta a Shaun, un sujeto que trabaja en un supermercado en un pueblillo inglés donde no hay mucho qué hacer además de tomar cerveza en el mismo pub con la misma gente. Su novia, deseosa de hacer cosas diferentes, termina por terminar la relación, pero en ese momento, una epidemia invade el país y la población comienza a transformarse en zombie, lo que podría dar a Shaun la oportunidad de probarle a su amada que no es un inútil. Escrita por Wright y los actores de Spaced, Shaun of the Dead es una cinta de zombies, con claras referencias a clásicos del género, como Dawn of the Dead, pero dándole un toque personal, un estilo muy distinto al del cine de horror tradicional y a pesar de ser un sincero homenaje, la película tiene su mayor virtud en no tomarse nunca muy en serio, logrando con ello la nada fácil misión de ser al mismo tiempo divertida, aterradora e incluso bastante conmovedora en sus últimos minutos.



Shaun of the Dead fue un sonado éxito y permitió al equipo realizar con facilidad su siguiente película Hot Fuzz. Si A Fistful of Fingers fue un homenaje al spaghetti western y Shaun of the Dead rendía honores al cine de terror, en Hot Fuzz Wright y compañía rinden culto a las películas de acción con las que crecieron y que se convirtieron en referencias obligadas para un público masculino de cierta edad. Un policía londinense es estupendo detective, honesto y trabajador, lo cual comienza a acarrearle problemas con el resto de sus colegas un tanto flojos y corruptos, por lo que es transferido a un pequeño pueblo donde no ocurre ningún crimen… en apariencia. Una de las mejores comedias recientes.



Poco a poco, Wright ha ido adquiriendo un nutrido grupo de admiradores, dispuestos a trabajar con él en cualquier forma; Cate Blanchett aparece por unos segundos en Hot Fuzz, Quentin Tarantino y Robert Rodríguez lo invitaron a participar en la cinta Grindhouse y actualmente se encuentra escribiendo Tin Tin de Steven Spielberg, en la que también participarán Simon Pegg y Nick Frost, con quienes prepara también una nueva cinta.



Su cinta menos interesante, aunque probablemente esto se deba también a una cuestión generacional, es Scott Pilgrim vs. The World. En ésta ocasión, la película se basa en una novela gráfica, inspirada a su vez en el lenguaje de los videojuegos; Scott Pilgrim es un joven torpe, que no es muy bueno hablando con mujeres y sólo puede brillar mientras toca con su banda. Conoce a una joven, de la que se enamora de inmediato y parece inalcanzable, pero para estar con ella deberá “vencer” a cada uno de sus “diabólicos exes”. Así, cada ex romance de la joven, equivale a ir “pasando” a un siguiente nivel, en el que deberá superar distintas pruebas, cada nivel siendo más complicado que el anterior. Si bien la cinta tiene muchas cosas muy interesantes, sobre todo visualmente, aunque espectadores de cierta edad probablemente no la disfruten tanto. Es la única cinta en la que no participan sus actores habituales y es su primera película no rodada en Inglaterra, pero es tan reconocible como sus mejores trabajos.