Madrid (dpa) - El año que termina ha sido testigo de grandes pérdidas para el mundo de la cultura mundial, con la desaparición de astros de Hollywood como Paul Newman y Charlton Heston o promesas como Heath Ledger, sin olvidar a músicos y escritores que hicieron historia, como el ruso Alexander Solzhenitsyn, la implacable voz literaria contra la dictadura estalinista.
Quizá la muerte más sonada y sentida fue la del icono de los ojos azules de Hollywood, fallecido el 26 de setiembre de un cáncer de pulmón a los 83 años. Con Newman, desaparecía no solo una de las personalidades cinematográficas más famosas del siglo XX, protagonista de cintas como "Exodus", "Butch Cassidy and The Sundance Kid" (Dos hombres y un destino) o "The Swing" (El Golpe) junto a Robert Redford, sino un filántropo cuya bondad, honradez e inteligencia eran reconocidas por todos.
Otro de los rostros más famosos de la gran pantalla del siglo pasado por su mentón anguloso y su gesto duro, Charlton Heston, murió el 5 de marzo a los 84 años, tras sufrir una neumonía. El mítico actor que dio vida a Moisés en "Los Diez Mandamientos" o el príncipe judío en "Ben Hur", que le valió el Oscar en 1959, será sin embargo recordado no sólo por sus interpretaciones, sino también por su encarnizada defensa de la posesión de armas en Estados Unidos, que le valió las críticas de los sectores más izquierdistas y de Michael Moore en "Bowling for Columbine".
"Solo (me la quitarán) de mi mano fría y muerta", será quizá su frase más recordada como presidente de la Asociación Nacional del Rifle. Sin embargo, al final de su vida tuvo que enfrentar una batalla de ésas que no se pueden librar con armas: la lucha contra el olvido, tras diagnosticársele la enfermedad de Alzheimer.
Otro bastión de Hollywood, el actor y director estadounidense Sydney Pollack, desapareció a los 73 años a causa de un cáncer de estómago el 26 de mayo, tras firmar algunos de los mayores éxitos del cine de los años 70 y 80 ("The Way we Were", "Tootsie", o "Out of Africa", que le valió el Oscar al mejor director y fue elegida la mejor cinta del año).
Hollywood perdió en 2008 también al actor, productor y director Mell Ferrer, un galán de mirada melancólica quizá más conocido por su matrimonio con Andrey Hepburn, y el malo de Hollywood Richard Widmar, protagonista de cintas como "Murder on the Orient Express" o "Garden of Evil".
Todos ellos murieron de ancianos, tras haber consolidado su carrera cinematográfica. No ocurrió así con una auténtica promesa de Hollywood, Heath Ledger, el actor australiano protagonista de "Brokeback Mountain", que perdió la vida a sus tempranos 28 años por una sobredosis accidental de medicamentos. Pero quizá será recordado por otro éxito, pues su interpretación del malvado Joker en la última película de Batman "The Dark Knight" (El caballero oscuro) podría ser reconocida con una candidatura para el Oscar el próximo enero.
Una suerte similar corrió el joven actor francés Guillaume Depardieu, hijo de Gérard Depardieu, fallecido a los 37 años tras contraer una neumonía fulminante.
El mundo del cine perdió también, entre otros, al director inglés Anthony Minghella, catapultado a la fama por su drama "El paciente inglés", que recibió una avalancha de Oscars en 1997; al guionista español Rafael Azcona, uno de los grandes del cine de España ("El verdugo", "Belle Epoque" o "La Lengua de las mariposas") fallecido el 24 de marzo a los 81 años sin poder ver el estreno de su última obra, "Los Girasoles Ciegos", y al cineasta "pobre" del Tercer Mundo, el cubano Humberto Solás, que será recordado por promover un cine con escasos recursos pero digno, humanista en busca de la identidad nacional y latinoamericana.
La pérdida más lamentada del mundo de la literatura fue sin duda la del escritor ruso Alexander Solzhenitsyn, fallecido el 3 de agosto a los 89 años, considerado por Occidente el escritor de prosa literatura rusa más importante del siglo XX.
El Premio Nobel de Literatura logró como ninguno imponer el poder de la palabra literaria ante la tiranía soviética, dando voz a sus víctimas. Autor de "Archipiélago Gulag" pasó de los campos de trabajos forzados de Stalin a la fama mundial como escritor durante un exilio de 20 años donde se encontró solo en su prédica a favor de una "Rusia Santa". Al final murió sin conflictos con la nueva dirigencia política y el desarrollo de Rusia.
Dos relevantes autores de ficción nos dejaron también en 2008: el escritor y director estadounidense Michael Crichton, que hizo vibrar al mundo con novelas y películas, falleció de cáncer el 4 de noviembre a los 66 años, y el británico Arthur C.Clake perdía la vida el 19 de marzo en Sri Lanka a causa de un problema respiratorio, a la edad de 90 años.
En España, el mundo de la literatura lamentó la muerte de José "Pepín" Bello, último superviviente de la Generación del 27. También el escritor de origen español Paco Ignacio Taibo I, radicado en México, falleció el 13 de noviembre a los 84 años de un paro cardiorrespiratorio tras sufrir una neumonía. Taibo I fue periodista, novelista, dramaturgo, historiador del cine, autor de libros de gastronomía, editor de cultura y caricaturista con su famosa tira "El Gato Culto".
Los mexicanos Andrés Henestrosa y Emilio Carballido, la escritora brasileña Zelia Gattai, esposa de Jorge Amado, el ensayista venezolano Eugenio Montejo y el filósofo argentino Nicolás Casullo engrosan la lista de las pérdidas de intelectuales latinoamericanos.
Del mundo del arte desapareció en 2008 Robert Rauschenberg, uno de los máximos exponentes del pop-art en Estados Unidos, que falleció el 12 de mayo cuando contaba 82 años.
El campo de la música sufrió también considerables pérdidas en 2008: la leyenda del soul de Memphis, Isaac Hayes, murió el 10 de agosto a los 65 años de un derrame cerebral, como también lo hizo el cantante Dee Dee Warwick. Dos famosas activistas negras, además de cantantes, fallecieron con sólo con unos días de diferencia a comienzos de este mes: Odetta Colmes, defensora de los derechos civiles en Estados Unidos y la sudafricana Miriam Makeba, "Mamá África", conocida por su lucha contra el aparheid en su país.
El tenor italiano Giuseppe Di Stefano, de 86, conocido como "el tenor de la Callas" por sus actuaciones junto a María Callas en los principales escenarios del mundo, falleció también en 2008.
El mundo del rock & roll perdió a los baterías estadounidenses Buddy Miles, de los Band of Gipsys, y a Mit Mitchel, del Jimmy Hendrix Experience, y el jazz europeo lloró la muerte del pianista sueco Esbjörn Svensson, fallecido con sólo 44 años en un accidente de buceo en los islotes de Estocolmo.
También desapareció una de las cantantes internacionales más importantes de Perú, Zoila Augusta Chavarri, Yma Súmac, considerada descendiente directa de Atahualpa, el último emperador inca. El cantante colombiano Óscar Golden y el compositor argentino Mauricio Kagel, uno de los más prolíficos y alabados por la crítica, aunque menos popular, engrosan la lista de los fallecidos este año.
La moda vio desparecer también a uno de sus iconos en 2008: el diseñador francés Yves Saint Laurent, fundador de la marca de alta costura que lleva su nombre, nos dejó el 1 de junio a los 71 años, mientras su creación sigue llenando boutiques y escaparates.
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